Róndola está escrita por Sofía Rhei, mi autora de mayo en la iniciativa #Unañodeautoras, propuesta por Marimar Gonzalez.
Róndola cuenta la historia de Hereva y sus amigas que, tras pasar oncinco años (presumo son 16 años) en una academia de costura deben enfrentarse al terrible mundo «no real» (maravilloso juego de palabras, con el concepto de realeza) tras que en su ceremonia de graduación aparezcan unos paladines dispuestos a rescatarlas de un malvado dragón.
El libro tiene dos cosas que me han hecho tilín y me han enganchado a más no poder. En primer lugar es su inmensa mitología y cantidad de especies nuevas y diferentes que presenta Sofía. Podrían escribirse sagas completas sobre ese mundo y aun quedarían historias por contar. No voy a ponerme a enumerar todas las subtramas interesantes con la que te cruzarás si lees el libro, porque os estaría haciendo spoilers (y pueden quitaros la curiosidad). Pero en serio, si tenéis dudas solo hay que buscar Róndola en google o goodreads, y veréis que la autora ha tenido que sacar un almanaque en que nos explica más extensamente todas esas nuevas criaturas que aparecen en la historia, sus gobiernos y de más. Porque hay bestias que ni en sueños: los grogros polimorficos, los ausentes metamuertos, los músicos de seis dedos, las ínferas hechas de fuego pero con forma física al mismo tiempo… Mucho vamos. Y todos con historias que contar.
La segunda es el desarrollo de los personajes a lo largo de la trama. Como he dicho hay millares de subtramas, algunas más exploradas que otras, pero todas interesantes a su manera. La protagonista no está sola en este viaje, le acompañan nada más y nada menos que 6 personas más, en los momentos más bajos, y hasta 12 en algún que otro instante. Son, a veces, muchos personajes que gestionar, pero Sofía consigue que todos tengan sus luchas internas, su desarrollo y sus motivaciones. Mezclándolos y removiéndolos para crecer. Porque el objetivo de este libro, me da a mí, es explorar la libertad de uno mismo. Hereva empieza siendo la protagonista más sosa de la historia (aunque sea dicho, los protagonistas siempre suelen ser sosos) y va a tener que encontrarse a sí misma en el viaje. Y eso ocurre con todos los personajes, que empiezan la historia infelices con sus vidas, y van a tener que darse cuenta que solo ellos pueden cambiarlas, sea a mejor o peor.
Voy a añadir una tercera, porque estoy que me subo por las paredes nada más acabar. La diversidad. No me refiero a las especies, que sí, hay personajes de todos los colores. Sino a una más sutil. No voy a ponerme a enumerar por no hacer spoilers, pero podréis encontrar en la historia heteros, heteros que no lo tienen tan claro, gays muy gays, y gays que tienen que darse cuenta de ello, transgeneros, bisexuales y todo lo de en medio. Todos ellos cumplen su función y son representados con bastante respeto por sus seres. Creo que es una buena forma de introducir este concepto, aunque algunas veces me chirria (Ejem, Tirana te miro a ti, ya me entenderéis).
Y ahora vamos a lo malo. Su principal problema, acaba siendo, las subtramas. Ya he dicho que hay muchas, sobretodo, porque hay muchos personajes. Pero llega un momento en que salta tanto de unas a otras que solo quieres que avance un poco la acción. Son muchas páginas, y tengo la impresión que Sofía debería haber escrito un spin off en vez de ciertas historias paralelas a la principal. Que ocupan mucho tiempo y espacio, y al final no son tan cruciales para la trama. Aunque al mismo tiempo, sus personajes más secundarios peligrarían de perder profundidad.
Del mismo modo. Parece que Sofía querría explicar mucho más de lo que escribe. Se nota en que a veces quiere prolongar la intriga, la acción, rizando aún más el rizo, hasta casi no poder más (un poco como la trenza de Hereva). Se hace algo pesado, cuando ya vas por el tercer descubrimiento dramático y dices: venga ya. Solo quieres darle un par de bofetones a la historia y decirle: Acábate ya y deja de liármela más por Júpiter.
ATENCIÓN SPOILERS EN EL PRÓXIMO PARRAFO
En serio. Hereva no necesita tantos hombres. La experimentación sexual está bien, y explorarse a sí misma a través del contacto con otra persona está muy bien. Pero jopelines, llega un momento en que solo quieres que se aclare un poco la cabeza. Parece que cada uno vaya a ser su gran amor, y en un capitulo cambia de chico tres veces. A mí como que me da rabia. Y del mismo modo, me refiero al linaje de Hereva. No puedo enumerar el número de veces que la niña cambia de parentesco. Los tres primeros son cruciales e intensos, y una se sorprende y todo eso. Pero cuando llega el quinto quieres tirar el libro por la ventana. Es como un culebrón, a los que los directores le van añadiendo más y más drama hasta parecer completamente inverosímil.
YA PODEIS VOLVER A LEER.
Dicho esto, os lo recomiendo para una temporada de verano, cuando tengáis mucho tiempo libro. Porque en serio, engancha y puede llegar a perjudicar tu vida.
5 respuestas a “Historias que inspiran: Róndola”