Antes de nada, muchísimas gracias a Cristina Sebastià por escribir este artículo, y permitirme conocer los entresijos de su comunidad.
Como persona que escribe, antes soy una apasionada de la literatura. No toda, claro, todos tenemos nuestras preferencias, pero el mundo de los libros, el de la creatividad escrita, ha sido siempre mi hogar.
Vale, empiezo muy moñas, voy a centrarme.
El caso es que, a pesar de gustarme tanto el tema literario, hasta este año pasado y por cosas de la vida, no había tenido la ocasión de sumarme al proyecto del que vengo a hablaros. Para variar (o sea que no, no es para variar) soy la novata/niña del grupo, así que os hablaré desde mi (poca) experiencia.
La Virgulilla. Así se llama la tertulia literaria a la que asisto semanalmente desde octubre. Tal vez, como yo la primera vez que lo oí, no sepáis qué es una virgulilla, y si me decís que es un grupo literario tenéis razón, pero me refiero a la definición que le dan los señores de la RAE. Además, y de forma anterior a la fundación del club, una virgulilla es el sombrerito de la eñe, la patita de la cedilla o la greña del apóstrofo (soy muy técnica, lo sé), y por eso nos llamamos así.
¿Y de qué va nuestra tertulia? Qué buenas preguntas me hacéis, voces de mi cabeza… Veréis, la verdad es que es un club bastante completo, voy a haceros una lista, como buena post universitaria que soy:
- Tertulia literaria: todos los jueves nos reunimos en un bareto muy mono de Castellón City, El cantonet de les Aules, y charlamos y debatimos sobre temas muy diversos, pero todos relacionados de alguna forma con la literatura. Por poneros un ejemplo, un jueves normal podríamos hablar del Nobel de literatura (o de su ausencia este año), de la religión en los libros, de sagas y sus películas o, por supuesto y de forma bastante recurrente, del machismo o feminismo en este mundillo. Este último tema ha dado para bastantes debates y tengo la sensación de que seguirá coleando. Ahora os contaré más cosas.
- Club de lectura: aproximadamente un martes al mes nos reunimos para comentar un libro (previa lectura del mismo, claro, si no sería una reunión muy corta), y procuramos que sean variados. Por ejemplo, desde que formo parte del grupo hemos leído Wilt, de Tom Sharpe; algunas poesías de Silvia Plath; La venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz-Seca; y ahora estamos con Jo, ara, una antología de microrrelatos de Miguel Torija, un autor local (esta antología se publicó porque ganó el XVII premio de narrativa breve Josep Pascual Tirado de Castellón). Como veis, de las obras que os he mencionado solo hay una autora, los demás escritores son muchachotes… Esto da que pensar, volveremos luego.
Imagen de literalmenteviviendo
- Taller de escritura: también mensualmente, un jueves, cambiamos tertulia por taller de escritura. Durante el mes, desarrollamos una propuesta que se inventa Javi, el director del taller, que también se encarga de recibir los relatos que creamos (o nos patillamos, dependiendo de nuestra inspiración), los junta en un dossier y nos los envía. Así, todos leemos las historias de los demás y votamos nuestra favorita, por lo que cada mes hay un ganador simbólico. El caso es que (en teoría) no sabemos quién es porque escribimos con pseudónimo, es muy romántico todo.
Resumiendo, en nuestra Virgulilla tenemos ocasión de desarrollar tanto la opinión, como la cultura, como la creatividad, por eso me parece un club apasionante. Desconozco si en otros sitios se hacen más tertulias así, pero me parece un estupendo modelo a seguir por amantes de la literatura que quieran pasar buenos ratos en grupo. Yo ahí lo dejo.
El club de lectura y el feminismo
Veamos, que os quería hablar también de otras cosas más relacionadas con la iniciativa gracias a la que estoy aquí, Un año de autoras. Como comentaba, el feminismo o su flagrante ausencia es un tema recurrente en nuestros debates, nos ha dado para varias tardes de birras y libros… Eeeh… Lo de birras se me ha escapado, somos muy abstemios, todos… (Cambia de tema, Cris, corre…)
¿Y qué opina la Virgulilla del feminismo? Pues bien, en general estamos de acuerdo en que el mundo de la literatura no es justo con las mujeres, e históricamente aún lo ha sido menos, como todos esos casos de autoras que han podido serlo solo gracias a pseudónimos masculinos, por poner un ejemplo muy evidente. Todavía hoy en día, se ven muchos más escritores que escritoras en casi todos los géneros, con la brillante excepción de las novelas románticas, cuya pluma parece estar llevada casi en exclusiva por mujeres (o los tipos tienen que adoptar un pseudónimo porque es una temática más dirigida al público femenino y bla, bla, bla… Etiquetas, cuánto daño hacen). Además, también se nota mucho esta desigualdad cuando empiezas a investigar sobre los ganadores de premios literarios, y aquí me estoy refiriendo sobre todo a los premios gordos tipo Nobel, Planeta, etc., que servirán para hacernos una idea, porque llevan mucho tiempo y la proporción de mujeres respecto a hombres es muy pequeña. Por ejemplo, el Nobel de literatura lleva otorgándose desde 1901, y lo han ganado catorce mujeres, la primera en 1909 y la última en 2015. Es muy desigual, ¿no? En el caso del premio Planeta, que lleva otorgándose desde 1952, la primera en ganarlo fue Ana María Matute, en 1954, y la última fue Dolores Redondo en 2016, con un total de dieciséis mujeres premiadas, que es una diferencia un poco menos bestial que en el caso del Nobel, pero solo un poco.
Entonces esto nos lleva a plantearnos (como grupo virgulillero) dónde está el problema. ¿Está en el jurado, que son todos unos misóginos de pacotilla y solo eligen a señores? ¿Está en los concursos, a los que solo se presentan machomen porque son mucho más competitivos que las chiquillas? ¿Está en todo el colectivo escritor, solo escriben tíos porque los hombres pueden tener una habitación propia para escribir y las mujeres tienen que encargarse de la casa y de los niños y de estar estupendas siempre para que no se las ponga a parir en las revistas de moda?
He intentado ser un poco bruta escribiéndolo para que se noten algunos de los prejuicios que puede haber en este sector, como en todos los demás, en realidad. Los prejuicios y las etiquetas son un invento del demonio, de Loki, del genio maligno de Descartes o de quien queráis.
La verdad es que yo no tengo una respuesta para esto, y me parecería guay si se generase un debate como se genera siempre en nuestras mesas redondas (porque juntamos varias y son redondas), ojalá supiésemos dónde está el problema para poder intentar solucionarlo. Tal vez haya un poco de todo, tal vez sea muy genérico y en distintos lugares haya distintos problemas, pero el caso es que la realidad es así, aunque se ven ciertos aires de cambio conforme se van sucediendo las generaciones, creemos que la igualdad está lejos de conseguirse, pero mucho más cerca de lo que estaba años atrás.
Los miembros de la tertúlia
Pero ¿sabéis qué? Voy a mandar al traste un poquito el tema de las estadísticas. Primero, porque no soy una persona pesimista y no quiero hundir a la gente sino levantar la moral, y segundo, porque me ha parecido interesante comentarlo, y para algo es mi artículo. Voy a hablaros de autores y autoras que son miembros de nuestra tertulia.
La Virgulilla (entre gente que escribe y gente que solo es lectora) está formada sobre todo por mujeres, hay días en los que solo somos femmes (lo de fatales depende de cada una), y preguntaréis: ¿por qué? ¿Hay más lectoras que lectores? Es posible, aquí también podéis hacer debate. ¿Acaso Castellón está plagado de autoras que marginan a los autores? Eso sí que no, marginar no es nuestro rollo.
El caso es que es así. Y por eso, voy a presentaros a los virgulillers que escriben junto con alguna novela suya, tanto hombres como mujeres (lo habéis adivinado, vengo con otra lista):
- Felisa Bisbal: dirige el club de lectura y la tertulia, y puedo aseguraros que eso a veces no es tarea fácil. Madre, abuela… y escritora (por si os sirve para opinar con el debate de antes). No tiene relación con el Bisbal famoso a excepción de los rizos. Autora de La memoria de los topos.
- Javier García: dirige el club de escritura, y tampoco es nada fácil. Es padre y escritor, aunque no sé si tiene habitación propia para escribir o solo un escritorio. Fue mi padrino de la Virgulilla (el que me animó a apuntarme). Algún ejemplo de su obra (aunque hay bastantes más): Siroco, Crimen en la mansión Holden y la última hasta ahora, Pídeme no morir (de la colección Noir is black).
- Mari Carmen Castillo: también es madre, abuela, es muy trabajadora y escritora (aquí ya va quedando claro que no tiene mucha relación la familia con el no poder escribir). Fue mi madrina de la Virgulilla (la que me convenció para acudir), y yo ya era su fan antes de ser su amiga. Activa y activista como pocas. Ha ganado o quedado finalista en diversos premios literarios, ha participado en todavía más
libros colectivos, y tiene varios libros editados en solitario. Mis favoritos son: Desde la penumbra (relatos cortos), Secretos en alcanfor y más recientemente, La mirada de Estigia, de la colección Castelló Negre.
- Nina Peña: una vez más, madre y escritora, y feminista donde las haya. Lectora ávida, siempre tiene algún nuevo libro o autor por el que interesarse. Autora de Las sufragistas y ¿Cómo que a qué huelen las nubes?, entre otros.
- Carlos Tosca y Georgia Iordache: esta joven pareja además de tener un nene monísimo tiene una editorial, La pajarita roja. Cada vez que asisten a la tertulia aprendemos un montón de ellos, son un pozo de sabiduría literaria.
- Israel Quevedo: un tío tan grande como parece, también es padre de familia y escritor. Y friki (solo por eso ya me cayó bien). Autor de Saber que vas a morir (de la colección Noir is black).
- Jose Sanchis: compite en nivel de frikismo con Israel (tal vez fuese un goonie en el pasado), es profe y ¡sí!, también escritor. Es el creador de Ángeles masones y Juan, el gancho (también de Noir is black), entre otros.
- Laura R. Sábado e Isabel Ribes: son la demostración de que la Virgulilla está en constante expansión, se han unido hace menos tiempo a nosotros, y además de tener una vida de familia y trabajo como los demás virgulilleros, escriben cuentos infantiles, como El planeta estrella y Piedras de colores en el caso de Laura, y M’agrada la ela geminada por parte de Isabel.
Os invito a que investiguéis para saber más sobre cualquiera de ellos y conocer más de sus obras, hay gente muy buena. Como veis, en este caso, la diferencia de porcentaje de escritores versus escritoras no se cumple, tal vez seamos la excepción que manda al carajo la regla.
Para ir acabando, que los asistentes querrán irse a casa, la idea general que quería transmitiros es que me alegro mucho de formar parte de un club/tertulia de literatura, hay gente apasionada y apasionante y aprendo cada día gracias a ellos. Por eso, me gustaría animar a todo el mundo a que se reúna frente a una (no) birra o (no) mojito y charle, converse sobre libros y sobre autoras, dejando olvidado el móvil y los problemas durante un rato. Estoy segura de que lo pasaréis tan bien como yo y podréis descubrir obras y gente maravillosa.
¡Esto es todo, amigos! No os olvidéis de leer autoras guays y de luchar por la igualdad y por la justicia, que todas tenemos algo de Wonder Woman y cuanto más peleemos más wonder seremos. Y que la Fuerza os acompañe.