La autora
Vamos a intentar ahondar un poco más en tu ser como escritora. Leíste mucho antes de empezar a escribir. ¿Cuándo te propusiste pasar de lectora a escritora? ¿Hubo algún libro que te inspirara?
La verdad es que tengo un par de anécdotas graciosas. El primer relato que tengo es de cuando tenía doce años, fue para un ejercicio de castellano, y me coroné con una historia con personajes a lo Willy Fog. Pero antes y después de eso escribía en papeles, en mis agendas (tendrías que ver las de bachillerato, están repletas de escritos y dibujos) y en cualquier sitio que encontrara, simplemente para pasar el rato. Empecé a escribir novela a partir de una broma con unas amigas, teníamos dieciséis o diecisiete años, íbamos diciendo chorradas, estábamos en la feria del libro de mi pueblo, y entonces yo dije “Eh, ¿a que hago una novela con eso?”. Y resulta que la primera novela terminada que tengo es sobre una mercenaria ninja, agencias de espías, un border collie y un sombrero de frutas. Puedes imaginar el nivel de chifladura que llevábamos ese día y por qué no está publicada todavía. (Pues me gustaría leerlo, la verdad, ¿Está disponible?)
A partir de entonces todo fue a más, me lo tomé más en serio y ahora casi parezco una escritora con unos inicios relativamente normales, aunque no lo fueron en absoluto.
En cuanto a libros que me inspiraran… Creo que dos de los libros que más me han fascinado, entonces y ahora, son El ocho, de Katherine Neville, y El arquitecto del faraón, de Bernard Simonay, por los desarrollos de sus historias, las intrigas y su maestría para enlazar y encajar las cosas. Desde luego no puedo decir que sea tan buena como ellos, pero estos libros me animaron a tomarme los planteamientos de mis historias mucho más en serio. Aunque debo admitir que por aquel entonces también me encantaban la saga Eragon y el mundo de Las crónicas de Narnia, aquí queda muy claro que mi temática favorita es la fantasía.
¿Tuviste alguna experiencia como escritora novel que quieras compartir? ¿Cómo enfrentaste la publicación de tu primera obra?
La publicación de mi primera obra fue inesperada, la verdad es que me enfrenté con bastante incredulidad. Cuando me presenté al concurso de relatos breves Mírame a los ojos, fue a lo loco, ni siquiera sabía qué esperar, así que cuando me dijeron que había ganado aluciné bastante, creo que no bajé de la nube de felicidad en un par de días. Y eso que solo era una historia corta, si llega a ser una novela habría estado en Babia toda la semana.
La verdad es que los organizadores del concurso se portaron muy bien con los escritores (incluida la sesión para la foto del libro en la que aparezco despeinada), la presentación fue chulísima, aunque yo estaba histérica porque acababa de salir de un examen de toxicología y no sabía si llegaría a tiempo (aunque por suerte tenía a un montón de amigas conmigo, me ayudaron mucho). El concurso era benéfico, así que las ganancias de la antología se fueron para la asociación del síndrome de Angelman, y ayudar con un escrito mío es algo que a día de hoy me sigue pareciendo maravilloso.
Estas preparando varias obras para mandarlas a editoriales. Háblanos un poco del proceso de preparación.
Bueno, en cuanto a preparación… Lo primero que tengo que intentar es prepararme mentalmente, lo creas o no soy una persona muy tímida y pensar siquiera que algo escrito por mí lo van a leer (y a juzgar) otras personas es algo que me estresa un poco, pero enfrentarse a un público forma parte de un escritor, y en realidad vale mucho la pena.
Pero supongo que estamos hablando de preparación de las obras, así que empiezo por el principio, la creación del concepto. Las ideas en realidad me surgen con demasiada facilidad, inventar cosas me encanta y escribir algo nuevo o seguir con una historia siempre es pasar un rato divertido y emocionante (aunque también tengo etapas de “Dios mío, esto es una basura” y de “No sirvo para escribir”). Después de eso, repasar, releer y reescribir son mi lema, y es en lo que estoy con varias de mis historias, como mencionabas. Intento ser muy cuidadosa y exigente conmigo misma en cuanto a la forma de estar escrito, repaso un montón de veces cada historia para encontrar posibles fallos, poder solucionarlos y ver el aspecto final. Y entonces encuentro algún otro fallo. Supongo que forma parte del proceso creativo seguir viendo posibilidades de mejora, tendría un problema si pensase que algo mío ha quedado estupendo de la muerte y que soy la jefa, no creo que eso vaya a ocurrir nunca.
Y después vendría el proceso de registrar la obra y enviarla a editoriales (registrar y enviar, chicos, registrar y enviar), y si hay match, pues a publicar. ¡Ojalá pueda hablar de esto próximamente con más criterio y experiencia!
En definitiva, no creo mis historias siguiendo un patrón concreto, ni invento cosas que se puedan ajustar a algo o a alguien, pero sí que procuro que estén bien cuidadas y que sean, digamos, su mejor versión.
Su obra
Has acabado hace poco la carrera de veterinaria. ¿Crees que esa faceta de tu vida se plasma en tus textos?
Desde luego, sin duda, absolutamente sí. En cada una de mis obras hay algo referente a los animales, a la propia veterinaria o a la gente que los ama. Creo que los animales en general son tan importantes para mí que no me planteo uno solo de mis mundos en los que no estén presentes de alguna forma.
Has escrito muchos textos diferentes. Relatos, novelas, guiones… ¿Se te hace difícil pasar de uno a otro?
Pues la verdad es que no, ni siquiera me lo planteé cuando empecé a escribir mi primera novela, esa mítica de ninjas y agentes secretos, algún día saldrá a la luz y ya verás qué cachondeo, es un sinsentido total. Para mí fue bastante fácil ir siguiendo la trama (a pesar de lo loca que parece) y dedicarle tantas horas, y lo digo porque adquirir el compromiso con una idea, decidir hacer de un concepto una novela y pasar semanas y meses con ella es lo que considero más complicado. A partir de entonces, ir cambiando entre novelas y relatos ha sido algo muy frecuente, por lo que estoy muy acostumbrada.
En cuanto a los guiones, que es mi berenjenal más reciente, me resultó más sencillo de lo que esperaba, a lo mejor es porque soy bastante peliculera (y cinéfila también), y en mi cabeza estaba todo muy organizado. Personalmente creo que la organización es la clave, tener claro por lo menos por dónde ir, a mí es lo que me va bien, independientemente del género en el que me mueva.
Eres miembro activo de un club de lectura llamado La Tertulia la Virgulilla. ¿Cómo puede un club de lectura hacerte mejor escritora?
La lectura siempre te hace mejor escritor, aunque leas algo que te parezca horrible y digas “Ah, mira, pues por aquí nooo tengo que ir”. Leer es, creo, la principal forma de ser mejor escritor; escribir también es importante, pero si no tienes un referente, ya sea positivo o negativo, es mucho más complicado avanzar.
Aunque la verdad es que la Virgulilla tiene más cosas, además de club de lectura hay un taller de escritura, y cada semana hacemos una tertulia y hablamos de temas literarios muy variados, yo me lo paso estupendamente (y mi Facebook lo demuestra). Con el taller de escritura la verdad es que he mejorado en cuanto a forma de narrar, lo dice mi principal crítica literaria (mi madre), lo dicen los demás virgulillers (aunque escribamos con pseudónimo) y yo misma lo noto. Aunque me gusta mucho escribir para mí, a veces va bien salir del cascarón, del huevo (de dragón, por supuesto), y crear algo con la mentalidad de que lo van a leer otras personas, es muy enriquecedor.
La iniciativa
¿Qué proporción de libros con autoras femeninas hay en tu biblioteca? ¿Crees que es necesario aumentar la visibilidad de obras femeninas?
Veamos… *Cristina revisa su biblioteca* Pues la verdad es que así, a ojo, diría un 65-35 a favor de los escritores varones. Pero muy a ojo, y sin tener en cuenta los libros científicos, que ahí sí que es un win por goleada de los chicos. Tengo bastantes libros de autoras, como Laura Gallego, Gema Bonnín (una escritora jovencita de Valencia), mi amada Katherine Neville, Anne Perry, Cornelia Funke, Cressida Cowell o Stephanie Meyer (vale, sí, fui una chica Crepúsculo). Sin embargo, siguen siendo protagonistas los escritores, como Neil Gaiman, Ransom Riggs, Rick Riordan, Bernard Simonay, Christopher Paolini, William Goldman, C. S. Lewis, Dan Brown o Eloy Moreno. Ya puedes ver que todos estos escritores no son autores de ensayo sobre la complejidad del espacio-tiempo, se nota que me va el tema fantástico, ciencia ficción…
Pero esto es en mi caso particular. En cuanto a aumentar la visibilidad de las obras femeninas… Primero me debería plantear si se debe aumentar la visibilidad de sus autoras. Es cierto que últimamente veo mucha publicidad de autoras como Camilla Läckberg, Dolores Redondo, María Dueñas… Y está genial, pero ¿cuál es la ratio respecto a la publicidad que se les da a los hombres? Seguramente hay muchos más señores que señoras. Esto me lleva a plantearme, ¿esto es así porque las mujeres escribimos menos, publicamos menos? ¿Y por qué, es así de verdad o hay menos oportunidades para nosotras, se nos quiere menos como autoras?
Con todas estas cábalas (las idas de pinza son algo habitual en mí) lo que pretendo decir es que creo necesario que el sistema sea justo, que no se tenga en cuenta el género de la persona que escribe sino su calidad, y si para ello hay que dar más visibilidad a obras literarias escritas por mujeres, que así sea.
¿Qué opinas de la iniciativa #UnAñoDeAutoras? ¿Y de otras similares como #Adoptaunaautora o La Nave Inivisible? ¿Las conoces?
La verdad es que iba un poquito perdida (esto también me suele pasar, como las idas de pinza) hasta que me comentaste la iniciativa que estás siguiendo, y gracias a la que estoy aquí, soltando mis desvaríos. A pesar de no saber mucho hasta hace poco, lo apoyo totalmente, me encanta la idea como una forma de visibilizar a escritoras fantásticas que, por lo que sea, pueden haber permanecido desconocidas para mucha gente. Es como tender puentes entre nosotras, crear cierta hermandad y compañerismo, y personalmente me encanta saber más.
La Nave Invisible y tu propio año de autoras (en el marco del género más fantástico o de ciencia ficción) me parecen geniales, porque he sabido de opiniones de gente que relaciona a las escritoras con la novela rosa, perlas como que las mujeres cuando escribimos somos moñas, o que (esto es real y se lo dijeron a una escritora que conozco sobre su novela negra, como un cumplido) “No se nota que eres mujer”. ¿Perrrdooonaaa? Uno, no tiene nada de malo ser mujer escritora y que se note, no dice nada negativo respecto a tu talento; dos, una mujer puede escribir absolutamente cualquier cosa y de la forma que quiera, ya basta de clichés y prejuicios.
En fin, que todo lo que sirve para fomentar la igualdad y hacer valer a las escritoras me parece fantástico, ojalá me hubiese enterado antes. Desde luego a partir de ahora voy a investigar más y a difundir más sobre estos temas.
¿Qué podrían hacer los clubs de lectura como el tuyo para aumentar la visibilidad de obras femeninas?
La respuesta más obvia y la base de la que yo partiría sería: leer más obras escritas por mujeres. Así de simple. Aunque, viniéndome arriba y hablando ya en el plano de clubs de lectura muy profesionales, me plantearía leer incluso biografías de escritoras. Sin embargo, si el grupo es más informal o tenemos poco tiempo para leer, propondría investigar un poco la autora del libro que estamos leyendo, preguntarnos por qué escribió ese libro, ver qué otras obras tiene y, cada miembro del club dentro de sus posibilidades y por su cuenta, leer otras historias. Sería una forma de conocer a esa autora un poco mejor y tal vez serviría para enlazar con otra escritora. En plan Cadena de favores, pero con escritoras. Cadena de escritoras.
Una respuesta a “#UnAñoDeAutoras: Entrevista a Cristina Sebastià”