La autora
Vamos a intentar ahondar un poco más en tu ser como escritora. ¿Leíste mucho antes de empezar a escribir? ¿Cuándo te propusiste pasar de lectora a escritora? ¿Hubo algún libro que te inspirara?

No imagino que te guste escribir si antes no te ha entusiasmado la lectura. Es como pretender ser pintor sin que le guste el arte, o querer rodar una película sin que te guste el cine. Una cosa no se entiende sin la otra. Y de hecho, cuanto más leas, mejor escribirás. En mi caso, más que una escritora me veo a mí misma como una “storyteller”, la palabra “escritor” me da muchísimo respeto, en cambio me encuentro más cómoda viéndome a mí misma como una inventora de historias, que es lo que he hecho desde niña. He leído desde niña muchísimo, me pasaba tarde enteras en la biblioteca de mi barrio. Y creo que todos los libros que te gustan te inspiran, pero cuando me propuse seriamente escribir fue con ‘La historia interminable’. ¡No podía permitir que la Nada acabara con el reino de Fantasía!
¿Tuviste alguna experiencia como escritora novel que quieras compartir? ¿Cómo enfrentaste la publicación de tu primera obra?
La escritura siempre ha sido una afición para mí, nunca he tenido una formación reglada al respecto, así que me considero una especie de “escritora salvaje” en ese sentido, he tenido que aprender a base de ensayo y error, y eso lleva mucho tiempo, ¡no lo aconsejo! La publicación de mi primera novela fue un sueño hecho realidad, algo que en realidad no esperaba que ocurriera nunca, y ocurrió de la mejor forma: ¡en una editorial internacional de primera línea! Diría que fue el resultado de mucha paciencia, buen hacer y una enorme dosis de buena suerte.
¿Crees que tu formación como periodista afecta a tus historias?
Escribir noticias y reportajes no tiene mucho que ver con escribir novelas. De hecho tengo muchos amigos periodistas que serían incapaces de inventar una historia. Pero tanto el periodismo como la narrativa utilizan la misma herramienta: el lenguaje. Sin duda escribir noticias y reportajes más de 8 horas al día durante quince años te ayuda a tener mucha soltura cuando abordas una novela, y además el periodismo te da una gran ventaja: la capacidad de sintetizar, de expresar las ideas con claridad y que sean entendidas para cualquier público.
Su obra
Todo el mundo habla de que a veces no puedes evitar hacer el protagonista a tu imagen, sobre todo cuando empiezas. ¿Hay alguno de tus personajes que crees que se parece a ti?

Sí, inevitable tus pensamientos, tus ideas, tu forma de ver y entender la vida, se filtra en tu obra. Ailsa Bäradlig tiene mucho que ver conmigo, con mi yo más impulsivo, el que le encanta la aventura y mete la pata porque actúa sin pensar. Pero también tengo un lado más tranquilo y sosegado, una faceta pacífica, que huye de los conflictos y la violencia, y ama la naturaleza de una forma intensa. Así que también hay mucho de Saghan en mí.
15 años preparando Neimhaim es mucho tiempo. ¿Por qué tardaste tanto? ¿Tuviste algún momento de bajón? ¿Cómo los superaste?
No tuve nunca un bajón, al contrario, siempre me faltaba tiempo para traspasar las puertas de Neimhaim y disfrutar con sus personajes. Para mí era viajar a un lugar exótico, lleno de aventuras y lugares maravillosos, Neimhaim siempre ha sido mi refugio, y sus personajes están tan dentro de mí como si estuvieran vivos. Tardé todo ese tiempo porque nunca pensé en publicar lo que escribía, y me dejé llevar… Así que cuando terminé la historia había escrito ¡1200 páginas! Tardé cuatro años más en organizar y corregir todo ese material.
Uff, yo he sufrido mucho con los bajones, jaja.
¿Por qué mitología nórdica? Se que Neimhaim viene de un sueño, ¿sueles soñar con vikingos?
En el sueño estaban Ailsa y Saghan (que por aquel entonces se llamaban Elsa y Sigrit) y los clanes kranyal y djendel, pero en realidad la historia no tenía un contexto definido. Fue más tarde cuando tuve la idea de ambientar ese sueño en la mitología nórdica, en un mundo inventado por mí, pero con todos los matices de la cultura vikinga y también de la celta.
Escribes sobre todo sobre fantasía. ¿Por qué elegiste este género?
Yo no elegí la Fantasía, ¡la Fantasía me eligió a mí! Soy una soñadora, no puedo evitarlo. En el colegio me regañaban constantemente porque me pasaba las horas de clase mirando por la ventana, inventándome historias. Es algo innato en mí.
La iniciativa
¿Qué proporción de libros con autoras femeninas hay en tu biblioteca? ¿Crees que es necesario aumentar la visibilidad de obras femeninas?
Pues tengo que decir que debe haber un 40% de obras de escritoras, frente a un 60% de títulos escritos por hombres. Lamentablemente, hasta hace pocos años, todo lo que se publicaba de fantasía, ciencia ficción y terror, que son mis géneros favoritos, estaba copado por el género masculino. Afortunadamente ese porcentaje está cada día más cerca de igualarse. Y sí, hay que hacer un esfuerzo consciente por leer a autoras, porque la tendencia general es a leer las obras por la temática, y eso suele llevar a leer siempre a hombres.
¿Qué opinas de la iniciativa #UnAñoDeAutoras? ¿Y de otras similares como #Adoptaunaautora o La Nave Inivisible? ¿Las conoces?
Las conozco y cuentan con todo mi apoyo, era muy necesario que ocurriera algo así y su labor no tiene precio. Personalmente les estoy muy agradecida, y espero que no flaqueen nunca en su lucha.
¿Qué cambio consideras imprescindible para hacer la igualdad literaria real?
El cambio empieza en nosotros mismos. Estamos tan acostumbrados a vivir en una sociedad donde impera lo masculino que no nos damos cuenta hasta que damos un paso atrás. Por eso tenemos que abrir nuestras mentes, darnos cuenta de que las mujeres tienen tanto o más que aportar que los hombres, no importa el género literario. Y también es muy importante que superemos el prejuicio de que todo lo de fuera es mejor. Aquí mismo tenemos a grandísimas plumas del género fantástico.
¿Quieres añadir algo más?
¡Nunca dejéis de soñar!