Estoy sentada en la mesa del comedor mientras mi familia ve Thor: Ragnarok. La semana pasada fuimos a ver Shazam. Y hace un par Capitana Marvel. Pronto saldrán los Vengadores Endgame, y en consecuencia una de mis amigas lleva un mes viéndose todas las pelis marvel en maratón. Miro lo último que he visto en Netflix y sale The Umbrella Academy.
Y me digo yo… ¿a qué viene tanto superheroe?
Que no me quejo. A mí me encanta. Pero recuerdo cuando era pequeñita no recuerdo que hubiera lo que hay hoy en día. Y ahí me voy a estudiar la serie de eventos que llevaron a este auge.
Todo empezó con los X-men y Spiderman
Hubo otras películas de superheroes antes. Sí. Pero recuerda esta como la primera que mis padres dijeron: Uy, pues quizás pagamos por verla en el cine. Y viendo las que había en los 80, me atrevo a decir que fue la primera película que adapto la magia del cómic a un mundo más gris.
Antes los personajes llevaban trajes que parecían disfraces, Spiderman es la primera (que recuerde) en que la paleta de colores se adaptaba mejor a nuestro mundo más gris en comparación, añadiendo esa sensación de realismo.
Los X-men dieron nacimiento a los grupos fantásticos. Aunque solo triunfara Lovezno como tal, lo que marcó la carrera de Hugh Jackman durante cerca de dos décadas.
Y al parecer consiguieron convencer a muchos, pues desde entonces todo cambió.
El inicio de una era
Unos pocos años más tarde, después del flop que fue Spiderman 3 y los X-men 3. Un par de otros grandes estudios, viendo las maravillas que había conseguido el primero, decidieron apostar por este genero.
Ironman y The Dark Knight, ambos de 2008, fueron el inicio de dos universos (aunque el segundo tardó más en empezar, y requirió un cambio de reparto): Marvel y DC, en la gran pantalla.
Con películas más o menos populares, los estudios vieron las ventajas de invertir millones de dolares en mostrarnos hombres disfrazados salvando el mundo. Pero… ¿por qué no empezó todo antes?
Una base fiel
Los geeks o frikis llevan leyendo cómics desde los años 40. Muchos eran los fans de estos mismos superheroes. Pero nunca tuvieron tanta popularidad como la tuvieron ahora.
Es cierto que el mercado del cómic no mueve tanto dinero como lo hace la industria cinematográfica. Algunos habrán oído hablar de la casi bancarrota de Marvel, que le llevo a vender algunos de sus personajes más populares a diferentes estudios (y el drama de que los X-men o Spiderman no compartieran el universo con los demás en consecuencia).
Sin embargo algo que tenía el mundo del cómic era una base fiel de fans, preparados mes tras mes a comprar sus cómics. Como un libros best-seller convertido en película, los productores tenían la certeza que por lo menos, alguien iría a verlo al cine.
El CGI
El CGo ha hecho grandes cosas por mejorar las pelis de superheroes, y muchas otras. ¿Os imagináis ver a Superman flotando atado a un hilo con un fondo pintado del cielo? El CGI no solo ha permitido hacer volar a los actores, sino también permitir que los personajes no humanoides, no sean marionetas.

Muchos cómics y libros no se han adaptado a la gran pantalla hasta ahora porque «los medios técnicos no lo permitían». Gracias a los ordenadores de esta época hemos conseguido tener películas hechas, casi exclusivamente, en CGI. Y traer a la realidad los universos más alocados, entre ellos, los de los superheroes.
Una generación de dibujos animados
Además de una, ya, presente base adulta, lo que más a ayudado es la llegada a la madurez de una generación que se crió viendo a estos mismos superheroes en la televisión.
Los dibujos animados permitieron introducir en el mundo del cómic a una nueva generación, que pese a nunca haber cogido los productos en papel, en el momento de los trailers reconocieron a los personajes de su infancia.
Y por si no todos son tan hardcore como para ver los X-mens, muchos si que vieron las Supernenas o Dragon Ball. Una generación entera predispuesta a probar los superheroes en la gran pantalla.