Hace poco ha salido la segunda temporada de Sabrina. Y después de binge-watch it la primera en enero, me lancé a la piscina con la segunda.
1. Nostalgia
Todos aquellos de mi generación probablemente recordaran las dos adaptaciones anteriores de la serie. Mientras que la original me quedaba un poco lejos, sí me vi la serie animada, ¡y sus películas o especiales!
Los shenanigans de una joven bruja que mezclaban monstruos y pociones con bailes de instituto llamó la atención a más de uno (no me mintáis). Y en una época en que los re-makes están a la orden del día, era obvio que Sabrina que tendría que caer tarde o temprano (sobre todo dado que tiene relación con otra serie: Riverdale).
Pese a que algunos nos empezamos a cansar de tantos clásicos Disney, debo admitir, aún me llama la atención una adaptación, sobre todo con la promesa de algo más oscuro.
2. La lucha contra el mal
La premisa principal de la serie dista de la original. Así como la bruja adolescente que conocemos los mayores tenía como principal problema gestionar sus estudios entre los dos mundos. Esta nueva versión se centra también en el conflicto mortal-bruja, pero hay algo más.
Así como las brujas originales se presentaban como eso: brujas. Sin ningún tipo de conexión con el cristianismo o el satanismo, cosa que si aparece en la nueva versión. En esta adaptación las brujas reciben sus poderes de Satanás y el conflicto ya no solo es gestionar esa doble identidad, si no enfrentar esa fuerza maligna que reclama a las brujas para sí.
3. The curch of Night
Ese mundo brujeril ya no es un mundo de polvos mágicos y gatos parlantes. Se trata de un mundo oscuro que es descrito como una sátira a la religión cristiana. Lleva al limite contrario muchos de los estamentos de esta religión mayoritaria, mostrándonos otra visión de cosas como la Navidad, San Valentín, el bautismo o el Papa.

Pese a que puede ser horroroso (canibalismo, monstruos de pesadilla, maldiciones and so on…) este punto de vista oscura, resulta refrescante y bastante adaptado a estos nuevos tiempos donde todos somos bastante más resistentes a este tipo de cosas.
4. Son adolescentes, y actúan como tal.
Una queja que tuvo su serie hermana Riverdale es que los problemas se desvían mucho de estudiantes de instituto. Dónde adolescentes se dedican a resolver crímenes, luchar contra mafiosos y gestionar bares nocturnos…
Pese a que el tema satánico parece un poco alejado también, los personajes tienen problemas que suenan a adolescentes. Sabrina tiene una lucha de fe, Susie de identidad de genero y Roz una lucha contra una enfermedad degenerativa y los efectos que tiene en su juventud.
Los temas se complican en la segunda temporada, pero por lo menos siguen teniendo cosas juveniles como es explorar la sexualidad y enfrentarse a las figuras de autoridad.
5. Quiero ser poderosa y libre.
Es el estamento de Sabrina desde el primer capítulo, y un mensaje por el que luchara a lo largo de toda la serie. Una frase con la que deberíamos inspirarnos las chicas jóvenes, y no tanto.

Un argumento imbricado en el texto es el movimiento feminista. Con la figura de Padre Fausto, el patriarca de la Iglesia, como misogino sexista, que intenta reducir a las brujas a meras siervas. La familia Spellman tendrá que luchar contra el para conseguir mantener los derechos que muchas brujas antes que ellas murieron por conseguir.
6. Los aliados
Los amigos de Sabrina son tan interesantes como la protagonista.
- Suzie, una chica no binaria que en la segunda temporada aceptara su identidad de Theo.
- Roz, una chica negra católica que se esta quedando ciega.
- Harvey y Nick, dos chicos que destacaran como su papel de aliados feministas.
- The Weird Sisters, tres huérfanas con un vinculo especial.
- Ambrose, el primo de Sabrina, y un brujo bisexual que intento volar el Vaticano.
- Muchos más…
Haz de tripas corazón y lánzate a ver esta adaptación de un clásico de tu niñez.
