Estoy leyéndome un nuevo libro para este nuevo mes de #UnAñoDeAutoras y me quiero tirar de los pelos con la marea de clichés que tiene June Vagsto. Lo cuál me ha llevado a pensar en todas las otras veces que lo he visto, porque no seria cliché si no estuviera hasta en la sopa. Vamos a repasarlo…
El Luke Skywalker

La muerte de una figura paterna al principio de la historia es diferente de ser huérfano des de antes de que empiece, pero más de lo mismo al final. La perdida del tutor legal suele ser el tema que lanza al protagonista hacia su aventura en las novelas juveniles. ¿Por qué? Muy probablemente porque si el padre o madre de turno estuviera vivo no les dejaría partir a la aventura.
Hasta cierto punto este tiene una razón argumental. El facilitar la partida de un joven inmaduro hacia un viaje temerario al que no iría si hubiera un adulto responsable por los alrededores.
Pero también tiene otro punto, el que más me revienta, que es el de motivar al personaje. Sale como punto argumental en el famoso «viaje del héroe». Cuando la aventura se presenta en un primer momento, el protagonista no quiere abandonar la comodidad de su hogar, y hará falta una desgracia para que salga de ahí pitando leches. Esas ansías de venganza no solo son un deseo suicida, si no un mal ejemplo a dar a los jóvenes que lo leen.
El Gandalf y su Frodo

Siempre tiene que haber un gran sabio por algún lado que aconseje sabiamente al protagonista. Este lo sacará de un apuro muy apurado al principio del libro y le dará la formación necesaria para que pueda sobrevivir durante la travesía. Un plus si es un viejo mago que odia a todo quisqui menos al prota.
O si por casualidad acompaña al protagonista en la aventura. Así puede salvarle el culo varias veces e incluso enseñarle magia. Pero no os preocupéis, si solo aparece en un par de escenas, seguro que habrá tropecientos flashbacks para mostrar la importancia de este personaje en el desarrollo del prota, aunque solo lo conociera por un día.
El Shang Li

Sabes que va a ser el interés amoroso en cuanto aparece. Sexy, perfecto, no se parece a los otros hombres del grupo. Puede o no ser antagonista en un inicio (por alguna razón triunfan los malos que se vuelven buenos gracias al amor, y no por motivos de peso de verdad como mi amado Zuko), pero lo que es seguro es que van a tratar al protagonista como una mierdecilla porque no lo consideran digno.
Se crea entre el protagonista y el interés amoroso una relación de amor-odio que por alguna razón se convertirá en tensión sexual. Todo se resolverá con un beso, y el tío bueno no volverá a cuestionar nada de lo que diga o haga el protagonista nunca más.
El Harry Potter

¿En que consiste? Muy fácil: protagonista descubre mundo mágico que no conocía hasta la fecha. Y resulta que, for some reason, es una celebridad en ese universo paralelo. Y ahora tienes al niño que no era nadie, ser el elegido, princesa o superdotado; y destacar por encima de todos los demás porque sí.
Ahí detectas el complejo de inferioridad del autor (cof, cof, yo también he caído en ello).
No, no, creo que Harry Potter inspiró a muchos a escribir.
El Elisabeth Bennet

¡Socorro! Soy una campesina pobre y sin gracia, pero estoy bien formada en diversas ciencias y literaturas, y no pienso casarme por compromiso. Pero eh, que si encuentro ese hombre (con el que me pego, pero no por odio, sino por tensión sexual y eso), me olvidaré de todo para casarme con él. Porque el amor verdadero es así.
El cristianismo
Vives en un mundo que nada tiene que ver con el conocido: con elfos, magos, y un largo etcétera. Y se te ocurre plantarme el monasterio con sus monjes, y su respectiva caza de brujas.
No soporto la amalgama del cristianismo o el cristianismo sin edulcorar que suelen poner en las novelas de fantasía (y eso incluye otras mierdas de «veracidad histórica» como las violaciones, pero no me meto en ello porque son raras en la novela juvenil).
¿Por qué no un mundo donde la religión no tenga nada que ver con esta cosa europea que todos conocemos? Si te vas a poner a imaginar monstruos sin parangón, no te costara imaginar un sistema religioso diferente.
Cabe destacar
Los ejemplos que he puesto no los he puesto porque no los soporte. Que de hecho, son algunos de mis momentos favoritos de sus respectivas historias, y supongo que el de muchos otros (motivos por el cual están hasta en la sopa). No digo que no los pongáis en los libros, sino que por lo que más queráis, ponedlos menos. Intentad buscar alternativas, para que cuando estos clichés aparezcan el lector se quede con la debida fascinación y no con los ojos en blanco como es mi caso.
¿Qué opináis? ¿Estáis hartos de algún otro cliché? Dejádmelo en los comentarios.
El cliché en novelas erotico-románticas «soy una mosquita muerta sin apenas gracia pero todos se enamoran de mí, mientras que a mi amiga supersexy y alegre la desprecian, porque solo despierta interés sexuarrrrr».
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la Bella Swan XD
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