Antaño se hizo una peli con Tessa Tomphson como protagonista que por alguna razón no llego a España (aún estoy esperando verla), pero que por suerte si animó a Netflix a desarrollar la historia, esta vez con mi Wendy Smith particular como protagonista: Logan Browning. Esta vez sí, nos ha llegado hasta Europa, y quiero animaros a viajar conmigo al mundo de la autocrítica.
La serie, de ya tres temporadas, se centra en la vida de unos cuantos estudiantes negros en una universidad de Ivy League. Satiriza varios conceptos del racismo actual dando un toque de humor a temas serios, para que los blancos no se lo tomen tan a mal.
1. Porque yo soy una de ellos
Y por una de ellos no me refiero a los protagonistas de la serie, si no a esos Queridos Blancos que tanto se ofenderían. Supongo que el cartel promocional ya hace referencia a ello.
No es sobre mí, es sobre todos los problemas que sufren los negros por culpa de gente como yo. Se supone que hemos superado el racismo, que nos sentimos bien con nosotros mismos por no serlo. Un palmadita en la espalda por abolir la esclavitud y el aparheid. Pero si se nos cruza un negro en la calle tenemos el impulso de cambiar de acera, no nos vaya a robar.
Es ese instinto cultural que todavía nos impide acabar con este fenómeno tan negativo para todos. Esos prejuicios interiorizados, de los que no somos conscientes porque nos enfrentamos a ellos muy puntualmente. Esta bien oir el punto de vista del otro lado, de aquellos que reciben nuestra incapacidad de ver a todos como iguales.
Quizás, entonces, dejemos de darle vueltas y empecemos a hacer algo.
2. La cultura afroamericana
Es una cultura que no siempre se representa correctamente, aunque cada vez se hacen mayores esfuerzos. Y en el que, para muchos como yo, reside el problema de que puede tener una representación estereotipica. Esta bien ver diferentes tipos de negros, con diferentes conflictos (alrededor de la raza o no) y diferentes formas de vida.
Desde la chica biracial que se siente fuera de lugar en ambos mundos, a la chica pobre que quiere llegar a lo más alto, el hijo del decano que tiene que ser perfecto pero no se siente así, o el chico gay que tiene que salir de su capullo y empezar a lucir.
Son, por así decirlo, temas universales, con los que podemos sentirnos identificados, seamos del color que seamos. Igual que la vida de millones de personas, aunque en los medios no siempre lo parezca.
3. Una declaración de intenciones
El tema del racismo empieza a quedarse corto allá por la segunda temporada, cuando entran otros como son los abusos sexuales, el clasismo o el problema de los medios no imparciales.
Así como la serie empezó quejándose de un solo tema, ha mantenido el estilo transgresor saltando de un tema a otro. Lo cual lo convierte en un buen medio para hacer llegar la crítica social a nuestra generación.

4. Es divertida
He estado hablando mucho de las reflexiones que aporta la serie, pero lo que más enganchada me tiene es el punto melodramatico comedico que posee. Es cierto, no me veras partirme la caja como hago con B99, pero si se me escapa esa sonrisita que indica que ya no soy desdichada en el mundo.
En general, te ríes, disfrutas y dan ganas de poner un capitulo más. Algo a lo cual, cualquier serie, sea la que sea, debería aspirar.
¿Quiere leerme? Tienes la oportunidad gracias a Lektu.