Puede que algunos se sorprendan de que haya leído este libro, pues no lo he anunciado en ningún momento en las redes sociales. Y eso se debe a que no lo he leído, lo he escuchado.
Había oído hablar de storytel en varios canales de youtube (Javier Ruescas), pero no me había llamado la atención hasta que mi psicóloga me comento que ella los utilizaba, y lo cómodos que le eran para el transporte publico, donde a veces los libros físicos pueden ser difíciles de leer.
Me animé, en consecuencia, a probarlo, y voy a continuar con la suscripción.
¿Y si pudiéramos tomar un brebaje que nos convirtiera en otra persona? Podría ser genial si nos transformásemos en alguien más fuerte, más inteligente, más atractivo, mejor reconocido socialmente… Pero podría suceder lo contrario, y convertirnos en algo que nos horrorizaría pensar que pudiéramos llegar a ser. El pobre Dr. Jekyll, en persecución de sus afanes científicos y con la alegría que produce esa epifanía del descubrimiento, se va a dar cuenta tarde de algo que jamás se habría imaginado.
1. Un clásico
Este libro publicado en 1886 entra dentro del concepto de clásico literario. Como he comentado más arriba, los clásicos a veces me producen urticaria. Puede que la culpa la tengan las clases de lengua en que nos obligaban a leer diversos «clásicos» con el objetivo de evaluarnos. El resultado: una mente no preparada para admirar una obra como esa, y el estrés de un examen inminente.
Pero #UnAñoDeAutoras me lanzó a leerme mi primer clásico en mucho tiempo: Frankenstein de Mary Shelley. Y ahí empezó mi renacimiento como admiradora de los clásicos fantásticos y de ciencia ficción.
Debo admitir, que Stevenson me anima a seguir descubriendo todas esas obras que no pude paladear correctamente en su día.
2. Ciencia ficción en la época victoriana
Poco a poco voy aprendiendo las diferencias entre fantasía y ciencia ficción. Aún todavía me cuesta reconocerlas. El principal punto de la ciencia ficción consiste en denunciar una realidad social mediante un elemento científico fuera de nuestra realidad.
La poción que crea el Dr. Jekyll y que es capaz de transformarlo en un ser diferente, permite a Jekyll ser un poco más libre en cierto modo. Jekyll confiesa que siempre ha tenido deseos poco decorosos y que ha reprimido para mantener su honor. Hyde le permite dar rienda suelta ha esos deseos, pues es mucho más libre.
Un acto de liberación, que convierte a Jekyll en adicto a Hyde, por así decirlo. Y que en mi opinión hace apología a los altos y a menudo absurdos estándares de la sociedad victoriana que solían acabar causando enfermedades mentales en sus miembros; todos recordamos la histeria femenina, o las depresiones.
Pese a que al final, Hyde acaba siendo todo lo malo de Jekyll, más que su lado más libre. Si representa esa necesidad de libertad para ser uno mismo de lo que todos no disponemos. Además de lo que podría ser una enfermedad mental, como es el desorden de personalidad múltiple.
Cosas a mejorar
-1. ¿Misterio?
Es cierto, muy probablemente la historia fue un gran shock de misterio en su momento. ¿Cuál era la relación entre el Dr. Jekyll y Mr. Hyde? ¿Dónde se escondía el malvado cada vez que desaparecía?
Pero el hecho de que todos ya conozcamos la historia le quita mucho al misterio. Y más el hecho de que no se dan demasiadas pistas hasta ya el último capítulo, donde se desvela todo. Lo cuál me hace pensar que existe la posibilidad que nadie en ningún momento sospechará algo.
En resumen
Suelo ser muy reticente a los clásicos, pero me ha sorprendido agradablemente el estudio de la ambigüedad humana. El misterio supongo que habría sido chocante, si todo el mundo no conociera ya quién es realmente Mr. Hyde.
¿Habéis leído alguna obra mía?
Una respuesta a “Historias que inspiran: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”