Un clásico de la ciencia ficción que como ya remarque en otros post me asustaba un poquitin. Cabe decir que mis experiencias con los clásicos en mi juventud fue traumática (como la de muchos), pero es gracias Frankenstein y Mary Shelley que les estoy dando una nueva oportunidad.
Así como la Metamorfosis de Kafka me produjo tal indiferencia que ni escribí reseña, este siguiendo el hilo de Sportula con El pasado es un cazador paciente y Despertares, se vuelve a llevar 5 estrellas.
La primera gran historia de viajes en el tiempo y una de las grandes novelas de ciencia ficción de todas las épocas. Una especulación arriesgada y sumamente aguda no sólo en lo científico, sino, y especialmente, en lo social y lo político.
El Crononauta de Wells recorrerá distintos momentos de nuestro futuro para acabar en una remota y aparentemente utópica sociedad en la que la humanidad se ha dividido en dos especies tan antagónicas como dependientes la una de la otra: los apacibles Elois y los siniestros Morlocks. La evolución social que prefigura ese escenario sigue siendo, más de cien años después de su publicación, uno de los momentos más brillantes y estremecedores de la ciencia ficción de todos los tiempos.
1. Un viaje en el tiempo sin paradojas
¿Cuál es el principal problema con el que nos encontramos con los viajes en el tiempo? Las paradojas temporales. Porque muy a menudo a la gente le da por retroceder en el tiempo. Por suerte H. G. Wells lo evita, y en vez de hacía atrás va hacía delante, lo cual le permite hacer hipótesis sobre hacía donde va dirigida la humanidad.

El mundo al que llega el Crononauta (ahora ya se a que hace referencia la editorial Crononauta) es un mundo post-civilización humana, en que nuestro paso por la tierra son ruinas y restos muy similares a las dejadas por civilizaciones paleolíticas.
Y con ello se evita la paradoja temporal, que podría haber evitado que regresará al mundo tal y como lo conoce.
Encima toma la precaución, aunque sin quererlo, de no llevarse nada con él de vuelta.
Con Kameron Hurley me puse a discutir sobre métodos para viajar por el tiempo, pero no en este caso, pues en ningún momento se da una explicación «pseudo-científica» sobre como hace estos viajes.
2. Elois y Morlocks, la decadencia de la humanidad
Como casi todos los libros de ciencia ficción, el autor utiliza un punto imposible para hacer una crítica social.
En ese futuro donde la civilización ha colapsado, Wells hipotetiza que las separaciones sociales entre ricos y pobres seguiran creciendo, hasta el punto en que se crearan dos subspecies diferentes de humanos (algo novedoso hasta la fecha, pues rara vez en la evolución humana de la ciencia ficción se considera que pueda haber más de una especie descendiente de la humana, cuando la ciencia de la evolución nos dice que sería lo más probable).

Por un lado tenemos los Elois. Criaturas con dimensiones infantiles y de apariencia agenero, pues carecen de cualquier necesidad. No tienen que ser fuertes para la caza pues siempre se les ha provisto, y los cánones de belleza se han extinguido con el tiempo. Según Wells son lo que pasa cuando el ser humano deja de sentir miedo, que pierde todo objetivo de mejora y se estanca en la estupidez (recordar que justo lo que nos separó evolutivamente de otros primates fue la inteligencia, algo que bien podríamos perder si dejamos de usarla).
Por el otro los Morlocks. Una degeneración de la raza humana hacia lo que sería un topo. Son, según deduce el Crononauta, la clase trabajadora y pobre, que en algún punto de la historia fue desterrada a los subterráneos del mundo, obligados a seguir trabajando para los ricos que carecían de preocupaciones en la superficie. Un aviso de lo que acaba pasando cuando los ricos se acomodan, pues los Morlocks destacan por su inteligencia contra los Elois (y contra el mismo Crononauta en ocasiones). Y, en un mundo donde los animales de renta se han extinguido, han convertido a los Elois en su fuente de alimento principal.
El Crononauta se horroriza con el hecho de que los Morlocks hayan convertido a los Elois en ganado, pero desde el punto de vista de la biología… No es tan raro. Y no es canibalismo, en contra de las creencias del narrador, pues nosotros no llamamos canibalismo a la practica de comer monos (aunque poco habitual), bien podría suponerse que los Elois y los Morlocks son tan separados geneticamente como los humanos y el mono araña.
3. El resto del mundo
Fuera de las especie humana y su posible escision en dos vertientes, Wells también explica un poco como cambiará el mundo con los milenios.
En la primera parada del Crononauta, Inglaterra esta más próxima de un clima tropical que de la meteorología llena de lluvias de nuestra actualidad. Pese a que no entra en el cambio climático que seria tan presente si se hubiera escrito en 2020, si discute que eso se debe a que la Tierra se ha acercado al sol.

Una creencia puede que correcta, o muy errónea, dependiendo de que contexto de la historia tenga uno. Pues lo que me enseñaron a mi es más bien que el Sol crecerá hasta tragarse la Tierra, más bien que que la Tierra se acerque poco a poco al sol hasta caer en él.
Después de su paso por el mundo habitado, llega a lo que deduce debe ser el fin del planeta. Un lugar que ha retrocedido hasta lo que podrían ser las primeras eras de la vida en la Tierra. Donde hay poco oxigeno en la atmósfera, los días son caldeados y las noches heladas, y lo único que sobrevive son unos crustáceos misteriosos.
En resumen
Otra gran obra propuesta por Sportula. Los clásicos valen mucho la pena, y lo que más me ha gustado es que ha aplicado la evolución en un sentido estricto para alcanzar el fin de la humanidad. Puede que la selección natural ya no sea el principal factor para los humanos, pero sigue habiendo una selección.

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