Cuesta creer que haya llevado un año entero editar este pequeñajo como primer proyecto grande que he tenido. He de admitir que me siento enormemente orgullosa del trabajo realizado y quiero dar las gracias a todas las fantásticas mujeres que han participado en este proyecto (más adelante individualmente).
Pero antes de nada, os voy a hablar del libro, ¿no?

La historia empezó a escribirse cuando estaba en el instituto, ya más para los dieciséis que para las doce. Tuve un sueño en que volaba, ya ves tu que novedad, y se me ocurrió intentar escribir una trama al respecto. (Tengo una especie de diario del sueño en el que escribo ideas que se me ocurren en esas horas intempestivas, y que podrían dar para relatos o novelas)
La primera vez que saqué el tema fue uno de esos miércoles post entrenamiento de natación en el Barceloneta, antes de que Clara lo dejara, en el que nos juntábamos para ver películas y pasear a su Teckel: Tana. Le comenté la idea, pues ya había empezado a intentar escribir (otra obra maldita de las que tengo llamada El Clan de les Lleones), y ella me dijo que porque no ponerles alas y que fueran ángeles.
Al final, cuando recupere la historia muchos años después para hacer el Nanowrimo 2017, no les puse alas, pero si se les quedó el nombre.
Y así nacieron los ángeles. Esos humanos mutados con huesos huecos rellenos de helio, y un tanto racistas, para que vamos a engañarnos. Y de ahí nacieron las otras especies, en una idea de crear versiones evolucionadas de mitos: los sirenos, los hombres lobo, los djinn… El mundo de Massenger tomo forma.
Prila, Linkay, Romu y Raam, respectivamente.
Todos ellos humanos que han evolucionado para adquirir ciertas cualidades (obviamente no se ven en los dibujos del bebinator, pero es que yo soy muy nula).
La trama es la de un viaje, que se inicia por Prila para rescatar a sus amigos, y que la lleva a descubrir un mundo fuera de la ciudad de Massenger. Hay algún que otro misterio, pero sobretodo es el crecimiento de otro personaje, Manron, el que creo que marca más el argumento. Ambos van a tener que aprender a relacionarse con personas muy diferentes a ellos mismos, con sus propias culturas, y mientras Prila lo hará con los brazos abiertos y la inocencia infantil, vemos en Manron ciertos aprendizajes más marcados en los adultos, de los que deberá deshacerse para alcanzar la felicidad.
Un increíble trabajo en equipo
Los personajes
La historia empezó con Prila y Manron, que a posteriori (cuando mi madre lo leyó) me di cuenta que eran los nombres de mis padres (Pilar y Mariano) un poco deformados. El resto de personajes, sin embargo, ganaron sus nombres a través de gente que conocí durante el Nanowrimo 2017: Linkay, Raam, Lenaye, Ancabi… Son todos anagramas de personas, que no nombraré por si no les hace gracia.
Algunos se parecen a esas personas, otros solo han heredado el nombre, pero siento que debo darles las gracias por la inspiración que me proporcionaron.
El informe y la corrección
Acabado el libro ya me di cuenta que no tengo ni pajolera idea de como editarlo, gracias a ciertas experiencias ya con relatos (Un passeig amb l’amor) tenia muy claro que me hacía falta invertir en profesionales.
Esther Magar es mi correctora de preferencia, que conocí gracias a la iniciativa #UnAñoDeAutoras. Ha corregido todos mis relatos, y no puedo expresar mi gratitud para con ella, porque mis escritos sin corregir podrían hacerle sangrar los ojos a más de uno.
A Adella Brac también la conocí con esta iniciativa. Y cuando me enteré de que hacía informes de lectura, evidentemente que le pedí que me hiciera el mío. Ella es la que me dio ciertas ideas de publicidad.

Los neuhers y el empujón final
Pasaron varios meses de parón hasta que llegó NEUH. Yo ya sabía que necesitaba una artista de portada y maquetadora, pero ni flowers de donde encontrarlas. Así que llegaron los neuhers con respuestas a mis preguntas y me crucé con Carlota y Sarah, que son las dos artistas finales de la obra.
Ellas han dado forma a lo que espero sea el producto final, que deberá estar entre finales de mayo y principios de junio (todo depende de las posibilidades de imprenta).

Entre tanto os invito a ponerme todas las preguntas que podáis tener al respecto.
Mucho amor,
Paula
